2023

Recuperación – 2023 | Se hace camino al andar

Paco Condosa:
«Yo que soy un enamorado de la montaña he disfrutado como un enano. Volveré en el futuro para rematar la tercera semana de este Camino que me está sorprendiendo para bien cada día que paso en él. Gracias a sus gentes porque siempre están dispuestos a ofrecerte agua, fruta o lo que necesites. Gracias a l@s hospitaler@s porque con vuestro trabajo  hacéis más fácil que cada vez haya más vida en este Camino. Gracias a l@s peregrin@s  que han recorrido o recorrerán este Camino porque con su granito de arena conseguirán que no vuelva a olvidarse. Agradezco desde aquí a Sonia albergue de Puente Almuhey) que desde la distancia se ha preocupado en todo momento. Y a Pablo que hoy me acoge en su albergue de Vegacervera. Por supuesto gracias a Cuñarro y Marta.»

Andrea (checa):
«Regreso por tercera vez a este Camino que es el amor de mi vida, mi alma gemela, mi milagro. Comprendí que había dejado mi corazón en el Camino Olvidado. No solo me enamoré del paisaje y las montañas sino sobre todo de la gente que conocí. Nunca había experimentado tanto cuidado y preocupación en otros países o en mi propio país durante mis viajes. He conocido a tanta gente especial. El Camino Olvidado es un Camino verdaderamente milagroso. Gracias Camino Olvidado.»

Alberto Arias:
«Es con diferencia el más bonito de los que he hecho y van algunos.»

Mª José Enciso:
«El Camino Olvidado nos ha robado el corazón.»

Sergio Galindo:
«Inolvidable.»

“Reflexología” Julia
«Yo me hubiese quedado eternamente caminando en el Camino Olvidado de Santiago: Camino del corazón. Es un Camino que me enamoró locamente.»

Cory Martín:
«Es el Camino de la acogida. Su gente: lo más de lo más. Es un Camino ESPECTACULAR y merece todo lo mejor.»

Rafael Mostajo:
«Es el más bonito de toda España. Y no me quedo corto. Yo llevo trece caminos y éste me ha dejado muerto. Muchas gracias a l@s hospitaler@s grandes personas que se desviven por el peregrino: Magdalena, Villasante, Igüeña…Sois grandes de verdad. Seguro que volveré.»

Sonia Fernández:
«Tremenda emoción he sentido hoy al ver entrar por el Camino a Ramón y su precioso caballo procedentes de Barcelona. Han tomado el Camino Olvidado desde Aguilar de Campoo y hoy hacen noche en el albergue de Puente Almuhey. Gracias Ramón ha sido un placer compartir contigo la experiencia de recibir el primer peregrino a caballo. Tuve también el honor de recibir y compartir vivencias con una magnífica pareja esta vez de Israel.
También quiero hacer mención especial a Bárbara una asturianina de 35 años que se lanzó a este Camino sin apenas información. Cuando vio la guía en el albergue y con la ayuda que pude prestarle dijo irse tranquila hasta el final.»

Paolo Mosto:
«Io ho fatto aquesto MERAVELLOSO Camino ad Agosto. Ho trovato Albergues molto economici, alcuni gratuiti come el bellissimo albergue de Cabañas Raras. Quello de Congosto, quello de Fasgar…»

Benito Izquierdo:
«Hice el año pasado como bicigrino desde Guardo a Villafranca…  y engancha el Olvidado. A finales de Agosto quiero repetir pero empezando desde Bilbao.»

Carlos Gómez:
He acabado mi Camino Olvidado. Ha sido el mejor camino que he hecho de los 18 que llevo en total. El entorno natural en que te mueves durante todo el camino, la escasez de servicios te hace vivir experiencias diferentes, el trato y la acogida de todas las personas que he encontrado en mi camino. No lo olvidaré nunca. Camino totalmente recomendable.

Alex Cerdeño:
Caminando por sendas y veredas me llevó a través de paisajes inolvidables, bosques misteriosos que susurraban secretos antiguos que parecían conducir  directamente al corazón de la naturaleza. Pero lo que hizo que esta experiencia verdaderamente especial fueron las personas que conocí en el camino. Amables, simpáticas y sencillas, auténticos ángeles del Camino. Estas almas amigas Sonia,Ellena, Isabel y otras más que me mostraron un mundo de amistad y fraternidad que rara vez se encuentra en la vida cotidiana.

Gaetano Puca:

Su silencio, que te acompaña a todos 550 km es sublime, pero lo que lo hace maravilloso son las personas que hacen que el peregrino se sienta especial como lo fue en los 80/90. Debería agradecer a docenas de personas, extraños, que me recibieron como a una familia, pero también debería agradecer a los aldeanos enteros que proporcionaron al peregrino todo lo bueno de Dios, lo hicieron con alegría.