PATRIMONIO CULTURAL Y POPULAR
El recorrer el Viejo Camino nos brinda la ocasión de contactar con las gentes del lugar. Nos enriquecerá enormemente aproximarnos a su manera de vivir el cada día, y descubrir las hondas raíces de sus tradiciones. Si vamos a favor de calendario podremos participar en sus fiestas y celebraciones. Hacer el Camino no es sinónimo de machacar el cuerpo hasta extremos de penitencia. Podemos regalarlo de paso con los productos de la tierra (ahora se dice de proximidad) y con los buenos platos tradicionales ricos, ricos y con fundamento: después de las caminatas el nivel de colesterol en sangre ha bajado muchísimo. Y el espíritu también puede nutrirse con los menús culturales que nos ofrecen los museos del recorrido. Sintonicemos nuestro dial y ajustemos la amplitud de onda.